A diferencia de sus colegas varones, las futbolistas viven su sexualidad con libertad, dentro y fuera de la cancha. En la final del Mundial de Fútbol Femenino de 2015, Abby Wambach –en ese entonces capitana de la selección de Estados Unidos– festejó de una manera inolvidable el triunfo 5-2 sobre Japón que consagró campeón a su equipo. Ante más de 25 millones de televidentes y con todas las cámaras apuntando a ella, la jugadora corrió hacia la tribuna del Estadio BC Place y saltó las gradas para besar a su esposa, Sarah Huffman. Días atrás, la Corte Suprema de su país había aprobado la Ley de Matrimonio Igualitario en todo el territorio americano; y la cancha, un espacio históricamente negado para las mujeres, fue el lugar que Abby eligió para celebrarlo. A diferencia de lo que ocurre en el fútbol masculino, donde aún no hay jugadores de élite que […]
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