La cantante y compositora, que rompió moldes en el ‘rock’n’roll’ y desprendía una energía fiera, inaugura una serie de verano que reivindica a grandes pioneras aún vivas de la música popular Allá por mediados del siglo pasado, la sociedad norteamericana no estaba preparada para el zarpazo del primer rock’n’roll, pero mucho menos para que pudiese encabezarlo, entre otros, una mujer. Si ya era un escándalo que un adolescente seductor y con voz tan penetrante como Elvis Presley revolucionase las hormonas al menear caderas o que cantantes negros como Chuck Berry o Little Richard fueran dueños de la fórmula de un sonido endiablado y lleno de lascivia, solo faltaba que una chica pudiese conseguir lo mismo que ellos. Y Wanda Jackson lo conseguía. Si como cantaba Eddie Cochran en C’mon Everybody , el rock’n’roll originario no tenía ningún vehículo transformador más allá de juntar a la peña en el guateque […]